El relleno es pura indulgencia: cajeta tibia que se desliza por la crepa, salpicada de trozos de nuez pecana tostada que explotan en cada bocado, aportando una textura y un sabor inigualables. Ya sea para celebrar, para una cena romántica o simplemente para darte un gusto, este postre es una garantía de sonrisas.
- Tiempo de preparación: 15 minutos
- Porciones: 2-3 crepas
- Dificultad: Media
Paso a Paso:
- Prepara la masa: En la licuadora, mezcla el huevo, la leche, la harina y la vainilla. Licúa solo hasta que los ingredientes se integren para no sobrebatir. La consistencia debe ser líquida pero con cuerpo.
- Cocina las crepas: Derrite un poco de mantequilla en un sartén antiadherente a fuego medio. Vierte un cucharón pequeño de la mezcla en el centro y gira rápidamente el sartén para formar un disco delgado. Cocina por 1-2 minutos, hasta que los bordes se doren y se despeguen. Voltea con cuidado y cocina por 30 segundos más. Repite hasta terminar la masa.
- Arma el postre: Extiende una crepa en un plato. Úntala con cajeta y espolvorea generosamente los trozos de nuez. Dóblala en cuatro para formar un triángulo.
- Decora y sirve: Baña la crepa con un hilo más de cajeta y un extra de nueces. Si quieres llevarlo al siguiente nivel, acompáñala con una bola de helado de vainilla.
⭐ El Toque del Poder: El secreto para el mejor sabor está en tostar las nueces. Antes de usarlas, ponlas en un sartén seco a fuego bajo por 3-4 minutos, moviéndolas constantemente. Este simple paso libera sus aceites naturales y crea un sabor profundo y aromático que hace toda la diferencia.
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